Desde hace algo de tiempo, la tecnología llegó a nuestras vidas para mejorarla.
¿Es eso cierto?
Me da la sensación que a medida que la tecnología avanza, nosotros, las personas, retrocedemos. Somos inversamente proporcionales a las tecnologías.
¿Por qué?
La tecnología nos ha debilitado, es decir, nos condiciona hasta tal punto que ha afectado a nuestras relaciones personales, ya sea con familiares, amigos y también con nuestra pareja.
No ser capaces de transmitir en la interacción con una persona creo que nos debilita, no nos permite sentir y eso, es culpa de la tecnología.
Nos hace vulnerables porque nos sentimos vacíos cuando no tenemos el móvil cerca y de esa manera, nos sentimos incomunicados. Hasta nos hace sentir que estamos locos, porque hasta creemos haber escuchado el sonido del móvil cuando en realidad, no ha sonado.
Que la tecnología nos aporta un gran abanico de oportunidades, es innegable. Sin embargo, toda la información que se acumula en la red, si que puede ser un problema para cada uno de nosotros.
Depende de cada persona qué comparte, qué no comparte, con quién hablo o con quién no, de todas formas, internet guarda en su gran baúl invisible millones de datos acerca de cada uno de nosotros.
El mundo entero y las personas que lo componemos, estamos inmersos en una sociedad devorada por la tecnología. Vivimos en un constante intercambio de información a través de la red y somos incapaces de transmitirlo.
Estar en un lugar donde todo el mundo mira su pantalla y no a quién tienen delante, es un paisaje aterrador.
Y lo peor, es que lo hemos conseguido nosotros mismos y no parecemos tener ganas de cambiarlo.
Fdo: Manuel Alejandro Melero González
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